Especialistas en Trauma y Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) en Atocha, Madrid
Trauma psicológico y trastorno de estrés postraumático (TEPT)
El trauma psicológico es una respuesta emocional intensa a eventos estresantes que pueden ocurrir en la vida de una persona. Estos eventos pueden ser situaciones de alto estrés, abuso, violencia, pérdida, accidentes, desastres naturales o cualquier otra experiencia que supere la capacidad de afrontamiento de una persona o rompa sus esquemas cognitivos.
El trauma psicológico y Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) están estrechamente relacionados, pero son conceptos diferentes. El trauma puede provocar reacciones inmediatas y a largo plazo y afectar la forma en que una persona percibe y responde a situaciones similares en el futuro. El Trastorno de Estrés Postraumático, por otro lado, es un trastorno psicológico específico que se desarrolla como resultado de haber experimentado o presenciado un evento traumático grave. Es una reacción prolongada al trauma y se caracteriza por síntomas específicos que interfieren significativamente con el funcionamiento normal de una persona. Estos síntomas pueden incluir:
- Recuerdos intrusivos: Pensamientos, pesadillas o flashbacks persistentes sobre el evento traumático.
- Evitación: Evitar situaciones, lugares o personas que recuerden el evento traumático.
- Hipervigilancia: Estar constantemente alerta o tenso, como si se esperara que el trauma vuelva a ocurrir.
- Cambios en el estado de ánimo y la cognición: Sentimientos de culpa, pérdida de interés en actividades previas o dificultades para concentrarse.
- Respuestas de sobresalto o bloqueo: Reacciones exageradas o sobresaltos ante estímulos que recuerden el trauma.
¿Siempre que ocurre una experiencia traumática se acaba desarrollando un TEPT?
La forma en la que una o varias situaciones traumáticas pueden generar un TEPT o interferir en la vida de la persona a largo plazo es compleja y puede variar de una persona a otra. Algunos factores que contribuyen a ello incluyen:
- Intensidad del evento: Los eventos extremadamente impactantes o amenazantes tienen más probabilidades de generar un trauma. Esto puede incluir experiencias de violencia física o sexual, abandono, negligencia, etc.
- Duración y repetición: Los traumas pueden ser generados por eventos únicos o pueden surgir de situaciones prolongadas y repetitivas. Por ejemplo, el abuso emocional o físico a lo largo del tiempo puede llevar a un trauma.
- Factores individuales: La capacidad de afrontamiento y resiliencia de cada persona es diferente. Además, la edad, la personalidad, las experiencias pasadas, la percepción del evento y el apoyo social pueden influir en cómo una persona se recupera de una experiencia traumática.
- Vulnerabilidad previa: Las personas que han experimentado traumas anteriores o que tienen problemas de salud mental preexistentes pueden ser más susceptibles a desarrollar traumas en el futuro.
Abordaje psicoterapéutico del Trauma y del TEPT. Modelo PAI y terapia EMDR
El Modelo de Procesamiento Adaptativo de la Información (PAI) es un marco teórico desarrollado por Francine Shapiro como parte de la terapia de Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares (EMDR, por sus siglas en inglés: Eye Movement Desensitization and Reprocessing). Este modelo es ampliamente utilizado en la terapia para abordar traumas y otras dificultades emocionales.
El modelo PAI se basa en la idea de que los recuerdos y las experiencias se almacenan en redes de información en el cerebro y que, cuando una persona experimenta un evento traumático, esa experiencia se puede almacenar de manera disfuncional en estas redes. Esto significa que el evento traumático y las emociones asociadas pueden quedar atrapados en un estado no procesado, lo que resulta en síntomas traumáticos persistentes. Además, cualquier evento traumático o experiencia emocional negativa puede estar vinculado a otras experiencias o creencias negativas almacenadas en el cerebro. Estos vínculos pueden llevar a que eventos aparentemente no relacionados se activen entre sí, lo que puede resultar en reacciones emocionales intensas y desadaptativas.
El objetivo principal del EMDR es ayudar a la persona a procesar adecuadamente esas experiencias no procesadas e integrar la experiencia de forma adaptativa en sus redes de memoria. La terapia EMDR sigue un enfoque estructurado que implica fases específicas:
En la primera fase de la terapia EMDR, el terapeuta recopila información sobre la historia de vida, incluyendo eventos traumáticos, síntomas actuales y cualquier otra información relevante para el tratamiento.
En esta etapa, el terapeuta ayuda a la persona a desarrollar habilidades de afrontamiento para manejar el malestar emocional y se establece una relación terapéutica de confianza. El cliente aprende acerca del proceso de EMDR y cómo funciona.
El terapeuta y el cliente identifican las dianas o situaciones traumáticas clave que se consideran centrales en el desarrollo y/o mantenimiento de los síntomas y que se van a abordar con EMDR.
La persona se enfoca en el recuerdo traumático perturbador, guiado por el terapeuta, mientras realiza movimientos oculares laterales u otros estímulos bilaterales. Esto ayuda a facilitar el procesamiento adaptativo de la información y reducir la intensidad emocional asociada con el recuerdo.
En cada sesión subsecuente, el terapeuta y el cliente revisan el progreso y evalúan cómo han cambiado las emociones y pensamientos asociados con el evento traumático o tema emocional.
El tratamiento con EMDR ha demostrado ser efectivo en una variedad de trastornos y problemas psicológicos. Algunas de las áreas donde se ha encontrado que el EMDR es beneficioso incluyen:
- Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT): El EMDR es especialmente conocido por su eficacia en el tratamiento del TEPT, ya que es el que se ha demostrado más efectivo y el tratamiento de primera elección. Numerosos estudios han demostrado que el EMDR puede reducir significativamente los síntomas de TEPT y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por traumas pasados. Además del TEPT, el EMDR se ha utilizado con éxito para tratar traumas y experiencias emocionalmente perturbadoras que pueden no cumplir todos los criterios del TEPT, pero que generan malestar significativo.
- Ansiedad y Fobias: El EMDR se ha utilizado para tratar una variedad de fobias y trastornos de ansiedad, incluyendo fobia social, agorafobia y trastorno de ansiedad generalizada.
- Dolor crónico y fibromialgia: El EMDR se ha utilizado para reducir la intensidad del dolor crónico y la fibromialgia, y mejorar la calidad de vida en personas que experimentan dolor persistente.
- Adicciones: Existen investigaciones que sugieren que el EMDR puede ser útil para abordar problemas de adicción y reducir el deseo de consumir sustancias adictivas.
- Problemas de autoestima y autoimagen: El EMDR puede ser beneficioso para mejorar la autoestima y la imagen corporal en personas que presentan problemas en la autoaceptación.
- Estrés laboral y desgaste profesional: El EMDR ha demostrado ser útil en el tratamiento del estrés relacionado con el trabajo y el agotamiento en profesionales.
Es importante señalar que es imprescindible que el profesional que utilice EMDR esté adecuadamente formado y certificado en esta técnica para garantizar una terapia segura y efectiva. El EMDR es una terapia especializada que requiere una formación específica y una comprensión profunda de sus principios y técnicas. En Aequa Psicología somos Terapeutas EMDR certificados, con un enfoque integral. No dudes en pedir tu cita y te asesoraremos sobre las posibilidades de terapia en cada caso.
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