Psicólogos especialistas en ansiedad en Atocha, Madrid

Ansiedad, el problema de nuestro siglo.

La ansiedad es una respuesta natural y adaptativa que todos experimentamos en situaciones de peligro o estrés. Funciona como un mecanismo de defensa que nos prepara para enfrentar una amenaza o huir de ella.

Cuando nos encontramos en una situación estresante, el cerebro activa una serie de respuestas fisiológicas y emocionales para poner al cuerpo en alerta y poder responder. La ansiedad es una respuesta adaptativa y una experiencia común en los seres humanos, pero cuando se vuelve excesiva, genera malestar y/o interfiere en la vida de la persona, es fundamental buscar ayuda profesional para comprender y manejar adecuadamente esta respuesta emocional.

A nivel mundial: Los trastornos de ansiedad son los trastornos mentales más comunes, afectando a más de 260 millones de personas en todo el mundo, lo que representa aproximadamente el 3,6% de la población global.

El bucle de la ansiedad

El proceso de cómo funciona la ansiedad puede resumirse en los siguientes puntos:

  • Estímulo desencadenante: La ansiedad puede ser provocada por diversas situaciones que se perciben como potencialmente peligrosas.
  • Activación del sistema nervioso: El cerebro, específicamente el sistema límbico, desencadena una respuesta en el sistema nervioso simpático, parte del sistema nervioso autónomo, que provoca una liberación de hormonas como la adrenalina y noradrenalina en el torrente sanguíneo. Esto aumenta la frecuencia cardíaca, la respiración y la presión arterial, preparando al cuerpo para la acción.
  • Respuesta cognitiva: A nivel cognitivo, la ansiedad puede manifestarse como pensamientos preocupantes, rumiación y anticipación negativa de eventos futuros.
  • Respuesta emocional: Emocionalmente, la ansiedad puede causar sensaciones de miedo, nerviosismo, inquietud e irritabilidad.
  • Síntomas físicos: Las respuestas fisiológicas incluyen sudoración excesiva, tensión muscular, temblores, sensación de opresión en el pecho, náuseas, entre otros.

Ante los síntomas de ansiedad, tendemos a poner en marcha estrategias de afrontamiento basadas en la evitación, lo que muchas veces genera un alivio y disminución de la sintomatología ansiosa. Así, en nuestro cerebro, queda reforzada la secuencia “estímulo desencadenante à síntomas de ansiedad à respuesta de evitación à alivio de la ansiedad”.

Este alivio es una sensación placentera que facilita la confirmación de la creencia: “si evitar me alivia, entonces aquello que pensaba debía ser cierto”. Así, la creencia se fortalece y se vuelve más difícil de cuestionar. Además, Cuando esta secuencia se repite en varias ocasiones, anticipamos que ante el estímulo desencadenante automáticamente aplicaremos la respuesta de evitación.

A esto, debemos sumar que la ansiedad tiende a generalizarse, es decir, producirse ante cada vez más estímulos que entendemos como relacionados con el estímulo ansiógeno original, por lo que esto puede ocasionar gran interferencia en la vida de la persona. 

Abordaje psicoterapéutico de la ansiedad

Afrontar la ansiedad puede ser un desafío, ya que, como hemos visto, se genera un buble que en ocasiones es difícil de romper, pero existen varias estrategias que pueden ayudarte a manejarla de manera efectiva. Aquí tienes algunos consejos para afrontar la ansiedad:

Inhala profundamente por la nariz, dejando que el abdomen se expanda, y luego exhala lentamente por la boca. Al practicar la respiración diafragmática, el énfasis se coloca en el uso del diafragma, un músculo ubicado debajo de los pulmones que promueve la relajación y reduce la activación del sistema nervioso simpático, lo que puede ayudar a aliviar el estrés y la ansiedad. Es una técnica simple pero efectiva para calmar el cuerpo y la mente en momentos de tensión y ansiedad, y que, además, también tiene efectos a largo plazo.

Practica la atención plena y la meditación para aprender a estar en el momento presente sin juzgar tus pensamientos o emociones. Esto puede ayudar a reducir la rumiación y la preocupación anticipada que acompaña a la ansiedad.

Reconoce y desafía los pensamientos negativos y catastrofistas que pueden estar alimentando tu ansiedad. Cuestiona la veracidad de esos pensamientos y busca pruebas que los contradigan.

Mantener una rutina diaria puede proporcionar una sensación de estabilidad y previsibilidad, lo que puede ayudar a reducir la ansiedad.

La actividad física regular puede liberar endorfinas y mejorar tu estado de ánimo, así como ayudar a reducir los síntomas de ansiedad.

La cafeína y otros estimulantes pueden aumentar la ansiedad en algunas personas. Considera reducir o eliminar su consumo si sientes que empeoran tus síntomas.

Limita el tiempo que pasas en las redes sociales y el uso de dispositivos electrónicos, ya que el exceso de información y la comparación constante pueden aumentar la ansiedad.

Comparte tus sentimientos y preocupaciones con personas de confianza. El apoyo social puede ser muy útil para aliviar la ansiedad y sentirse comprendido.

Dedica tiempo a actividades que te gusten y te relajen, como leer un libro, escuchar música, dibujar o dar un paseo en la naturaleza.

Si sientes que la ansiedad está interfiriendo significativamente con tu vida diaria y no puedes manejarla por ti mismx, no dudes en buscar la ayuda de un profesional de la salud mental. La terapia y, en algunos casos, la medicación, pueden ser útiles para abordar la ansiedad de manera más profunda.

Recuerda que cada persona es única, y lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra. Experimenta con diferentes estrategias y encuentra las que mejor se adapten a ti.

En Aequa Psicología somos especialistas en ansiedad y trabajamos desde un enfoque integrador, adaptándonos a tus necesidades. No dudes en pedir tu cita y te orientaremos y acompañaremos en tu proceso.

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