Tratamiento en problemas en el vínculo de Apego en Atocha, Madrid

¿Cómo saber si estoy teniendo problemas de vinculación con mi hijo/a? Caminando hacia un Apego Seguro

Las primeras publicaciones sobre apego se remontan a los trabajos pioneros de John Bowlby, quien propuso la teoría del apego basada en observaciones y estudios con niños/as y sus cuidadores. 

Bowlby afirmó que los lazos afectivos que los bebés forman con sus cuidadores primarios influyen en su desarrollo emocional y en la forma en que establecen relaciones en la vida adulta. Su trabajo se centró en la importancia de la figura del cuidador como una base segura desde la cual el niño/a explora el mundo y en la que busca refugio en momentos de estrés.

Mary Ainsworth amplió sus investigaciones y desarrolló la técnica de la «situación extraña» para evaluar los diferentes estilos de apego en niños/as. A partir de esta técnica, se identificaron cuatro estilos principales de apego: seguro, ansioso o ambivalente, evitativo y desorganizado. 

Estas investigaciones permitieron comprender cómo las experiencias tempranas de apego influyen en el desarrollo y en la capacidad para regular emociones y establecer relaciones afectivas en la vida adulta.

¿Qué es el apego seguro? ¿Y el inseguro?

Los niños con Apego Seguro se sienten cómodos y confiados para explorar su entorno, sabiendo que pueden buscar apoyo y consuelo en sus cuidadores cuando lo necesiten. Estos niños/as han desarrollado una relación afectiva estable y positiva con sus padres o cuidadores, quienes responden de manera sensible y consistente a sus necesidades emocionales. Como adultos, suelen ser capaces de establecer relaciones interpersonales saludables, mostrando empatía y afecto hacia los demás.

Los/as menores con apego ansioso o ambivalente muestran una gran ansiedad y preocupación por la separación de sus cuidadores, pero, al mismo tiempo, pueden tener dificultades para ser consolados por estos cuando están angustiados. Sus cuidadores pueden mostrar respuestas inconsistentes, alternando entre respuestas sensibles y menos receptivas. Como adultos, pueden experimentar ansiedad en sus relaciones y tener dificultades para confiar plenamente en sus parejas.

En el caso del apego evitativo, han aprendido a suprimir sus necesidades emocionales y a evitar buscar apoyo de sus cuidadores. Es probable que sus cuidadores no hayan respondido de manera consistente a sus necesidades emocionales o hayan mostrado poco afecto y sensibilidad. Como adultos, pueden tener dificultades para expresar sus emociones y pueden preferir mantener cierta distancia emocional en sus relaciones.

El apego desorganizado es un patrón de apego caracterizado por una mezcla de conductas contradictorias y confusas. Estos niños/as pueden mostrar miedo o rechazo hacia sus cuidadores, incluso en situaciones en las que normalmente buscarían protección. Este tipo de apego está asociado con experiencias traumáticas o abusivas en la infancia y puede resultar en dificultades emocionales y de comportamiento a lo largo de la vida adulta.

Es importante destacar que los patrones de apego no son estáticos y pueden evolucionar a lo largo del tiempo, especialmente en respuesta a nuevas experiencias y relaciones. Además, algunos individuos pueden mostrar una combinación de características de diferentes estilos de apego.

¿Cómo puedo detectar problemas de vinculación con mi hijo/a?

A continuación, se presentan algunas manifestaciones que podrían indicar la existencia de problemas en el vínculo de apego con tu hijo/a:

  • Ansiedad ante la separación elevada: Si tu hijo/a presenta una angustia excesiva al separarse de ti, incluso en situaciones cotidianas como ir al colegio o quedarse al cuidado de un familiar cercano, esto podría ser indicativo de que el vínculo de apego necesita atención.
  • Evitación del contacto: Si el niño/a evita el contacto físico o emocional contigo, muestra resistencia a recibir consuelo o rechaza cualquier muestra de afecto, puede ser una señal de que el apego no se ha establecido de manera segura.
  • Comportamientos agresivos o de búsqueda de atención: Un niño/a con problemas en el vínculo de apego podría manifestar conductas agresivas o buscar atención de forma constante y demandante, como una manera de buscar seguridad.
  • Falta de confianza: Si el niño no muestra confianza en sus cuidadores y parece inseguro acerca de sus necesidades emocionales, es probable que esté experimentando dificultades en el desarrollo de un apego seguro.
  • Dificultades para regular emociones: Un niño/a con problemas en el vínculo de apego puede tener dificultades para regular sus emociones, mostrando reacciones exageradas ante situaciones estresantes, presentando cambios bruscos en su estado de ánimo o una aparente insensibilidad o falta de reacción ante estímulos emocionales.
  • Dificultades en las relaciones sociales: El vínculo de apego influye en la forma en que los niños interactúan con los demás. Si tu hijo/a presenta dificultades para establecer relaciones sociales saludables, podría ser una señal de que el apego no está bien consolidado.
  • Dificultades para regular emociones: Un niño/a con problemas en el vínculo de apego puede tener dificultades para regular sus emociones, mostrando reacciones exageradas ante situaciones estresantes, presentando cambios bruscos en su estado de ánimo o una aparente insensibilidad o falta de reacción ante estímulos emocionales.
  • Dificultades en las relaciones sociales: El vínculo de apego influye en la forma en que los niños interactúan con los demás. Si tu hijo/a presenta dificultades para establecer relaciones sociales saludables, podría ser una señal de que el apego no está bien consolidado.

Algunos de los factores que influyen en que haya problemas para generar un vínculo de apego seguro son:

  • Apego inseguro en el cuidador primario (evitativo, ansioso o desorganizado).
  • Dificultades en la concepción, en el embarazo o en el parto (violencia obstétrica, duelo perinatal, parto complicado), traumas durante el embarazo (problemas económicos, laborales, separación, duelos…).
  • Problemas de salud mental en el cuidador: depresión, trastornos de ansiedad…
  • Bebés que lloran mucho, a los que cuesta calmar o con problemas de salud como cólicos del lactante, intolerancias, problemas del sueño… Estas situaciones suelen influir en la dificultad del cuidador para conectar con el bebé.
  • Padres/madres que se sienten sobrepasados, abrumados con la crianza.
  • Nacimientos prematuros.
  • Niños/as adoptados o acogidos.
  • Separación física al nacer por motivos médicos, o separación temprana por motivos laborales.
  • Falta de apoyo de la pareja y/o familiar.
  • Falta de información sobre apego y crianza.

Abordaje psicoterapéutico

Fomentar un apego seguro entre padres e hijos/as es fundamental para un desarrollo emocional y social saludable. A continuación, os dejamos algunas pautas básicas a seguir para promover un apego seguro con tus hijos/as:

  • Sensibilidad y respuesta afectiva: Prestar atención a las señales que muestra el niño/a y responder con empatía y afecto es sinónimo de ser sensible y responsivo a sus necesidades emocionales y físicas, un elemento clave a la hora de establecer un vínculo de seguridad con tu hijo/a. La capacidad de responder de manera sensible y adecuada cuando el niño necesita apoyo refuerza la sensación de seguridad y confianza.
  • Establecer rutinas y límites claros: La consistencia proporciona un ambiente predecible y seguro para el niño/a, lo que le permite sentirse más seguro y protegido.
  • Juego y conexión emocional: Participar en actividades de juego y establecer momentos de conexión emocional fortalece el vínculo emocional entre padres e hijos/as. Es importante dedicar tiempo de calidad sin distracciones, como por ejemplo dispositivos móviles.
  • Comunicación abierta y respetuosa: Fomentar una comunicación abierta y respetuosa con tu hijo/a. Escuchar activamente sus pensamientos y emociones, y responder de manera respetuosa y comprensiva. Esto ayudará al/la menor a sentirse valorado/a y seguro/a para expresar sus sentimientos.
  • Estimulación y exploración guiada: Los niños/as necesitan explorar el mundo que le rodea de forma acorde con su momento de desarrollo. Fomentar la exploración proporcionando una presencia de apoyo y seguridad aumenta la seguridad en el niño/a.
  • Establecer un vínculo de confianza: Es importante ser honestos/as con nuestros hijos/as, cumplir con las promesas que les hacemos y pedir perdón cuando sea necesario. Esto no nos hará parecer débiles ni perder autoridad, sino todo lo contrario.
  • Modelar relaciones saludables: Podemos ser un modelo de relaciones saludables y afectuosas en la vida del/la menor. Los niños/as aprenden mucho observando cómo los adultos se relacionan entre sí y con ellos/as.

En Aequa Psicología trabajamos desde un enfoque integrador, adaptándonos a las necesidades de cada familia. Si tu hijo/a presenta alguno de los síntomas que has leído en este artículo o crees que podéis estar experimentando algún problema en el establecimiento de un vínculo de apego seguro, no dudes en contactarnos y agendar una cita.

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