Psicólogos expertos en depresión en Atocha, Madrid
La depresión, ¿en qué consiste?
Cuando hablamos de depresión, nos referimos al grupo de los trastornos depresivos, entre los que se encuentran el trastorno depresivo mayor o la distimia, entre otros.
La depresión puede ser un trastorno extremadamente incapacitante para la persona afectada, que se caracteriza por un sentimiento de tristeza de gran intensidad y/o persistencia a lo largo del tiempo que afecta a la mayoría de áreas de la vida de la persona.
Síntomas de la depresión
Los síntomas más comunes de la depresión suelen ser:
- Sentimiento de tristeza persistente, a veces sin motivo aparente.
- Pesimismo sobre el futuro.
- Sentimientos de fracaso.
- Pérdida total o parcial del interés y el placer por actividades anteriormente consideradas gratificantes. Este término se conoce en psicología como anhedonia.
- Sentimientos de culpa y castigo.
- Baja autoestima y elevada autocrítica.
- Ideas o intentos de suicidio.
- Agitación y/o irritabilidad.
- Dificultad a la hora de tomar decisiones.
- Dificultades a nivel cognitivo: pueden afectar a la capacidad de concentración, la memoria o la atención, disminuyéndolas significativamente.
- Pérdida de energía.
- Cambios en el patrón de sueño: manifestándose como un aumento de las horas de sueño diarias, insomnio de conciliación, despertares frecuentes, despertar temprano...
- Cambios en el apetito, tanto por exceso como por defecto.
- Pérdida de interés en el sexo.
- Abandono de la imagen y el autocuidado.
¿Existe una sola causa de depresión?
Generalmente no existe una sola causa que explique el trastorno depresivo, sino que es la influencia de múltiples factores las que propician que una persona pueda llegar a padecerlo.
Gracias a la investigación científica, sabemos que la genética puede incrementar el riesgo de depresión, aunque los factores que juegan un rol más relevante son los factores psicosociales.
Por ejemplo, situaciones de estrés de la vida cotidiana, en especial las separaciones y las pérdidas (cambios laborales, separaciones de pareja, rupturas con amistades o fallecimientos de seres queridos, entre muchos otros).
¿Es lo mismo estar deprimidx que estar triste?
Todas las personas sentimos tristeza a lo largo de nuestra vida. Es una emoción difícil de gestionar a veces, pero positiva, que nos enseña mucho sobre nosotros mismxs y que nos permite modificar nuestras conductas y aprender de nuestros errores.
Para diferenciar la tristeza de un estado depresivo es importante atender a elementos como el inicio, la regulación, la intensidad, la duración y la interferencia con las actividades de la vida diaria.
Como hemos visto, la tristeza suele ser una respuesta emocional a situaciones difíciles, pérdidas o decepciones. Es una emoción temporal y suele disminuir con el tiempo a medida que se procesan los sentimientos y se encuentran formas de afrontar la situación.
Esto es lo que llamamos una emoción ecológica, que se define y se comprende en un contexto concreto.
Sin embargo, la depresión implica una sensación persistente y abrumadora de tristeza o desesperanza que puede durar semanas, meses o incluso años. A diferencia de la tristeza, la depresión no se resuelve simplemente con el tiempo o el apoyo de amigos y familiares.
Si tienes dudas, te recomendamos consultar con el equipo profesional de Aequa Psicología, que tras una evaluación inicial podrán orientarte sobre el abordaje del problema.
Tratamiento psicológico de la depresión
Según la OMS, el tratamiento más efectivo para los trastornos depresivos es el tratamiento psicológico. Desde Aequa psicología realizamos un tratamiento integrador e individualizado, adaptando cada intervención a la persona que tenemos delante y sin perder de vista los últimos avances científicos y terapias enfocadas en la recuperación del paciente.
En ocasiones, puede ser recomendable combinar la psicoterapia con tratamiento farmacológico, sobre todo cuando existe ideación suicida o intentos previos de quitarse la vida. Sin embargo, el objetivo del tratamiento siempre será la independencia del paciente de los fármacos y de la terapia en sí misma, dotando de herramientas para hacer frente a las dificultades presentes y futuras.
El objetivo es aprender a identificar y manejar pensamientos negativos y patrones de conducta que contribuyen a la depresión, y fomentar el autocuidado.
Algunos de los puntos clave a trabajar en terapia serían:
- Realizar una evaluación en profundidad desde una perspectiva biopsicosocial para comprender el contexto y los factores que han causado y mantienen el problema.
- Generar metas realistas.
- Reconocer patrones de pensamiento negativos que favorecen los sentimientos de desesperanza y desamparo.
- Recuperar la sensación de control e incorporar, progresivamente, actividades agradables para volver a despertar la motivación e interés por actividades o hobbies anteriormente gratificantes, o generar nuevos.
- Fomentar el autocuidado y aumentar la autoestima.
- Fomentar el establecimiento de límites saludables, la comunicación asertiva y relaciones sociales positivas.
La depresión puede afectar seriamente el funcionamiento de muchas áreas de la vida de quién lo padece, como la social, laboral, académica, familiar o de pareja.
No obstante, las perspectivas de recuperación de una persona que busca ayuda profesional son muy buenas y con una terapia adecuada es posible volver a disfrutar de la vida.
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