Tratamiento de enuresis y encopresis en Atocha, Madrid

Enuresis y Encopresis: Abordando la dificultad para el control de los esfínteres

La enuresis, también conocida como incontinencia nocturna o mojar la cama, es un problema común en la infancia que puede causar preocupación y estrés tanto para los niños/as como para sus padres. 

Aunque es una condición que suele superarse con el tiempo, entender sus causas y saber cómo abordarla adecuadamente puede marcar la diferencia en el bienestar emocional y en el adecuado desarrollo de los/as menores que la experimentan.

La enuresis y la encopresis son problemas diferenciados pero que comparten algunas características, factores de riesgo y abordaje psicoterapéutico. Además, se ha encontrado que la encopresis presenta una alta comorbilidad con enuresis, es decir, que un alto porcentaje de niños/as con encopresis presentan también enuresis.

¿Qué es la enuresis?

La enuresis se caracteriza por la incapacidad recurrente para controlar la micción de forma adecuada para su edad (entre los 2 y los 4 años; sin embargo, para que pueda darse un diagnóstico de enuresis, el/la menor debe tener al menos 5 años). 

¿Qué es la encopresis?

La encopresis es un trastorno que se caracteriza por la incontinencia intestinal recurrente e involuntaria después de la edad en la que se espera que el control de esfínteres esté establecido (aproximadamente los 2 años para el control diurno y los 4 años para el control nocturno). 

En ambos casos, podemos diferenciar dos tipos de enuresis/encopresis:

  • Enuresis primaria: Ocurre cuando nunca se ha logrado mantener el control de la vejiga durante la noche. Es la forma más común y suele estar relacionada con la maduración del sistema nervioso y la producción adecuada de hormonas antidiuréticas.
  • Enuresis secundaria: Se refiere a la reaparición de la incontinencia nocturna cuando ya se había alcanzado este hito del desarrollo de control de la vejiga (aproximadamente a los 3 años). Esta forma puede estar relacionada con factores psicológicos o físicos, por lo que siempre es recomendable descartar factores médicos antes de la intervención psicológica.

La enuresis puede manifestarse durante la noche (enuresis nocturna) y/o durante el día (enuresis diurna), generando malestar y afectando la calidad de vida del niño/a o adolescente.

    • Encopresis primaria: Ocurre cuando nunca se ha logrado mantener el control de esfínteres pasada la edad en la que se consideraría esperable en su desarrollo.
    • Encopresis secundaria: Se refiere a la reaparición de la incontinencia fecal cuando ya se había alcanzado este hito del desarrollo.

Pese a que solemos asociar la encopresis primaria a factores médicos y la encopresis secundaria a factores psicológicos, es recomendable realizar una evaluación tanto médica como psicológica de las posibles causas o factores mantenedores del problema en todos los casos.

Causas y factores de riesgo

La enuresis puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo aspectos genéticos, problemas en el desarrollo del sistema urinario, desequilibrios hormonales, problemas familiares, problemas emocionales o de estrés, y trastornos del sueño. Algunos factores de riesgo pueden incluir antecedentes familiares de enuresis, cambios significativos en la vida del niño, como el inicio de la escuela o eventos estresantes, y retrasos en el desarrollo psicomotor.

La encopresis puede ser un trastorno complejo y multifactorial en el que varios de estos factores pueden interactuar y contribuir a su aparición y mantenimiento. Si un niño/a presenta síntomas de encopresis, es fundamental realizar una evaluación adecuada por parte de un profesional de la salud.

Abordaje Psicoterapéutico de la enuresis y la encopresis

Es fundamental comprender que los niños/as que mojan la cama o que presentan incontinencia fecal, no tienen control sobre esta situación y que los castigos o la vergüenza no son útiles ni efectivos para abordar el problema. En cambio, es recomendable seguir algunas estrategias más compasivas y efectivas:

  • Comunicación empática y validación de sus emociones: Es importante hablar con tu hijo/a sobre su enuresis y/o encopresis y hacerle saber que no es su culpa. Brindar apoyo emocional y comprensión puede ayudar a reducir el malestar asociado al problema.
  • Establecer rutinas: Establecer horarios regulares para ir al baño antes de acostarse puede ayudar a entrenar el control de esfínteres y reducir la probabilidad de accidentes nocturnos. También se pueden establecer horarios regulares para despertar al niño/a durante la noche para orinar.
  • Reentrenar el control de esfínteres para corregir los hábitos de retención.
  • Limitar el consumo de líquidos antes de dormir.
  • Utilizar alarmas para la enuresis: Existen dispositivos de alarma que se activan cuando el niño/a comienza a mojar la cama, lo que puede ayudar a re-condicionar su respuesta y despertar para ir al baño.
  • Consulta con un profesional: Si la enuresis y/o encopresis persiste y está afectando significativamente la calidad de vida del niño/a, es recomendable consultar con un profesional de la salud.

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