Terapia para el consumo de drogas en adolescentes en Atocha, Madrid

El consumo de drogas en la adolescencia, ¿normal o normalizado?

Como te contamos en el artículo «Del consumo de drogas al comportamiento adictivo», el consumo de sustancias es un fenómeno universal, que afecta a todas las culturas y grupos de edad. Un gran número de personas han consumido alguna sustancia en algún momento de su vida. Sin embargo, el paso del uso a la dependencia de las drogas no es un proceso inmediato, sino que supone un proceso más complejo, que pasa por distintas etapas.

¿Qué pasa en la adolescencia?

La adolescencia es un período caracterizado por el cambio en todos los sentidos, y supone el paso gradual de la infancia a la edad adulta. En esta etapa del desarrollo, la persona tendrá como una de las principales tareas la elaboración del concepto de “sí mismo”, de su identidad. El proceso de búsqueda de la identidad, que habitualmente se asocia a una progresiva independencia del grupo familiar y a una creciente influencia del grupo de iguales, hace de la adolescencia un período crítico en lo que se refiere a las conductas de riesgo en general, y concretamente al consumo de drogas, siendo el momento en que frecuentemente se comienza a experimentar con ellas y donde se produce la mayor prevalencia de consumos. Se ha observado que, en la mayoría de los casos, el empleo de sustancias ilegales es esporádico y remite al final de la adolescencia, considerándolo algunos autores dentro de la psicología del desarrollo, incluso, como parte del proceso de individuación. Sin embargo, el uso de drogas legalizadas suele ser más persistente en el tiempo.

Existen, además, una serie de factores que se han considerado de riesgo a la hora de comprender qué hace que una persona se inicie en el consumo de cualquier tipo de sustancia durante la adolescencia y que, posteriormente, acabe desarrollando una adicción. Entre los factores de riesgo, podemos destacar:

  • Consumo de alcohol y drogas por parte de los padres y/o figuras de referencia.
  • Baja supervisión familiar y/o escolar.
  • Conflictos en la familia.
  • Bajas expectativas de éxito hacia la persona por parte de su entorno cercano.
  • Haber sido víctima de abusos.
  • Bajos recursos económicos.
  • Disponibilidad y accesibilidad a las drogas.
  • Baja percepción de riesgo del consumo.
  • Compañeros/as o amigos/as consumidores/as.
  • Rechazo por parte de los iguales.
  • Bajo rendimiento académico y/o rechazo hacia ámbito escolar.
  • Problemas de conducta.
  • Dificultad en la regulación emocional.

Consecuencias en el cerebro del consumo de drogas en la adolescencia​

Desde una perspectiva neuropsicológica, el consumo de drogas en la adolescencia puede tener impactos significativos en el desarrollo y funcionamiento del cerebro.

  • Alteraciones en la plasticidad cerebral: Durante la adolescencia, el cerebro presenta una alta plasticidad, lo que significa que es más maleable y susceptible a cambios estructurales y funcionales en respuesta a experiencias y estímulos. El consumo de drogas puede alterar negativamente esta plasticidad, lo que podría afectar la capacidad de aprendizaje y adaptación.
  • Disrupción de la neurotransmisión: Las drogas pueden afectar la comunicación entre las neuronas al alterar los neurotransmisores como la dopamina, serotonina y noradrenalina. Estos desequilibrios químicos pueden tener un impacto en el estado de ánimo, la motivación y la regulación emocional.
  • Daño neuronal y muerte celular: Algunas sustancias psicoactivas pueden causar daño directo a las neuronas o inducir la muerte celular, especialmente en áreas cerebrales cruciales para el aprendizaje y la memoria, como el hipocampo.
  • Disminución del volumen cerebral: El consumo durante la adolescencia ha sido asociado con una disminución en el volumen de ciertas regiones cerebrales, como la corteza prefrontal, que está relacionada con la toma de decisiones, la planificación y el autocontrol.
  • Déficits cognitivos: Puede verse afectado el funcionamiento cognitivo en áreas como la atención, la memoria de trabajo, la velocidad de procesamiento y las funciones ejecutivas, lo que puede tener implicaciones en el rendimiento académico y otras tareas cotidianas.
  • Mayor riesgo de problemas psicológicos: El uso de drogas en la adolescencia ha sido asociado con un mayor riesgo de desarrollar trastornos mentales, como la depresión, la ansiedad y la esquizofrenia.

Además, la exposición temprana a las drogas puede aumentar la probabilidad de desarrollar adicción en la edad adulta debido a los cambios en el sistema de recompensa del cerebro.

Abordaje psicoterapéutico del consumo de drogas en la adolescencia

Cada adolescente es único y requiere un enfoque personalizado en su terapia. Como hemos visto, el consumo de sustancias puede iniciarse o mantenerse por diversos factores y es imprescindible realizar una evaluación de cada caso en profundidad. Los objetivos generales de la intervención serán reducir los factores de riesgo y fomentar los factores de protección, y para ello, es necesario una intervención integral con el entorno del menor y una visión biopsicosocial que tenga en cuenta e integre las distintas necesidades del menor y su contexto.

Si sospechas que tu hijo/a adolescente está consumiendo drogas y deseas abordar el tema para poder buscar ayuda profesional, es importante que te acerques a él/ella con empatía, comprensión y apoyo. Aquí te dejamos algunas pautas para tener una conversación efectiva:

  • Busca un momento en el que ambos estéis relajados y sin interrupciones. Evita abordar el tema en medio de una discusión o con otras personas delante.

Comienza la conversación expresando tu preocupación por su bienestar y asegurándole que estás ahí para apoyarle. Evita hacer juicios o hacerle sentir culpable por su comportamiento.

Permítele hablar y expresar sus emociones sin interrumpirle y muestra interés genuino. Intenta comprenderle desde su contexto, no solo desde tu visión como padre/madre.

Comunica tus preocupaciones de manera clara pero respetuosa. Explica cómo has notado cambios en su comportamiento y por qué crees que la terapia podría ser beneficiosa para él/ella.

Explícale en qué consiste la terapia y cómo puede ayudarle a comprender mejor sus problemas y encontrar soluciones para superarlos.

Evita presionarle para que acepte la terapia de inmediato. Dale tiempo para procesar la información y tomar una decisión por sí mismo/a.

Asegúrale que estarás a su lado durante todo el proceso de terapia y que estarás dispuesto/a a ayudarle en lo que necesite.

Si la situación es delicada o sientes que no puedes manejar la situación, busca la ayuda de un profesional de la psicología para que te guíe en cómo abordar la situación de la manera más efectiva.

En Aequa Psicología somos especialistas en el tratamiento de las adicciones desde un enfoque integrador. No dudes en pedir tu cita y realizaremos una valoración para orientarte sobre cuál sería el enfoque más adecuado de tratamiento según cada caso. Las adicciones son un problema complejo, existen numerosos modelos de tratamiento y cada persona puede beneficiarse de uno u otro dependiendo de varios factores que es importante tener en cuenta.

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