Abordaje de los miedos evolutivos en Atocha, Madrid

Mi hijo/a tiene miedo, ¿es normal? Comprendiendo los miedos evolutivos.

El miedo es una emoción básica con un importante valor adaptativo para nuestra supervivencia, ya que nos ayuda a prevenir posibles peligros y a prepararnos para situaciones conflictivas o difíciles. Los miedos evolutivos, también conocidos como miedos primarios o innatos, son respuestas que se han desarrollado a lo largo de la evolución para proteger a los seres humanos de situaciones potencialmente peligrosas o amenazantes.

El por qué de los miedos evolutivos

Desde una perspectiva neuropsicológica, los miedos evolutivos se basan en el funcionamiento de tres estructuras cerebrales clave:

  • La amígdala: Se trata de una pequeña estructura en forma de almendra ubicada en el sistema límbico del cerebro, que desempeña un papel central en la detección y procesamiento de emociones, incluido el miedo. Esta región es esencial para la respuesta de lucha o huida frente a una amenaza. Cuando percibimos un estímulo amenazante, la amígdala se activa rápidamente desencadenando una serie de respuestas físicas y emocionales asociadas con el miedo.
  • El hipotálamo: También ubicado en el sistema límbico, se comunica con la amígdala y desencadena la respuesta fisiológica del miedo. Esto incluye la liberación de hormonas como la adrenalina y el cortisol, que aumentan el ritmo cardíaco, la respiración y la atención, preparando al cuerpo para responder rápidamente ante la amenaza.
  • La corteza prefrontal: Es una región del cerebro asociada a funciones ejecutivas, toma de decisiones y regulación emocional. Aunque los miedos evolutivos son respuestas rápidas y automáticas, la corteza prefrontal también juega un papel importante al procesar y analizar la información relacionada con el miedo. Esta región del cerebro puede modular la respuesta de miedo y ayudar a interpretar si una amenaza es real o no, permitiendo una respuesta más adaptativa.
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Los miedos evolutivos están conectados a estímulos que históricamente han representado amenazas para nuestra supervivencia como especie, como serpientes venenosas, depredadores, alturas, oscuridad y otros peligros potenciales. Estas respuestas de miedo evolutivo se han transmitido genéticamente y se han mantenido a lo largo de miles de años como mecanismos de adaptación y protección.

Sin embargo, en la sociedad moderna, estos miedos evolutivos pueden no ser siempre relevantes o proporcionales a las amenazas reales que enfrentamos. Esto puede llevar a respuestas de miedo excesivas o irracionales en ciertas situaciones. En algunos casos, estos miedos pueden evolucionar hacia trastornos de ansiedad cuando son desencadenados de manera inapropiada o interfieren significativamente con el funcionamiento cotidiano.

Comprender los miedos evolutivos desde una perspectiva neuropsicológica nos ayuda a apreciar cómo el cerebro humano ha evolucionado para protegernos, pero también nos permite ser conscientes de cómo estos mecanismos pueden afectar nuestro bienestar y adaptabilidad a nuestro contexto. La psicoterapia y la exposición gradual a las situaciones temidas pueden ayudar a recondicionar las respuestas de miedo y reducir su impacto en nuestra vida diaria.

¿En qué se diferencian los miedos evolutivos de las fobias?

Los miedos evolutivos y las fobias son conceptos relacionados, pero se diferencian en varios aspectos importantes:

Miedos evolutivos

  • Son miedos innatos, heredados genéticamente, y están relacionados con estímulos que históricamente representaron amenazas para la supervivencia de nuestra especie.
  • Se desencadenan respuestas fisiológicas automáticas y rápidas, como un aumento del ritmo cardíaco, sudoración y atención enfocada en la amenaza. Estas respuestas son parte de la reacción de lucha o huida que preparan al cuerpo para responder rápidamente ante el peligro.
  • No son patológicos, pero pueden desencadenar una fobia en algunos casos.

Fobias

  • No son universales ni compartidas por toda la población. Pueden desarrollarse como resultado de experiencias de aprendizaje, como una experiencia traumática o una asociación negativa con el estímulo fóbico. También pueden ser adquiridas por observación o a través de la influencia de modelos a seguir.
  • Las personas con fobias experimentan un miedo abrumador e irracional ante el estímulo fóbico. A menudo, el temor es desproporcionado en relación con la amenaza real que representa el objeto o situación fóbica y puede llevar a la persona a bloquearse.
  • Son un trastorno de ansiedad.

¿Cuáles son los miedos evolutivos?

Algunos de los miedos evolutivos más comunes son:

  • De 0 a 6 meses: miedo a los ruidos fuertes, a caerse y a personas extrañas.
  • De 6 a 12 meses: miedo a separarse de la figura de apego, a desconocidos, a los ruidos fuertes, a las alturas y al baño.
  • De 1 a 4 años: miedo al abandono, a la oscuridad, a las tormentas, a animales grandes, a médicos o inyecciones, a la gente disfrazada y a los ruidos fuertes.
  • De 4 a 8 años: miedo a criaturas imaginarias (monstruos, brujas…), a las guerras, a los insectos, perros, a las heridas, al dolor, a la soledad y al abandono.
  • De 8 a 12 años: miedo a no rendir en el cole, a las enfermedades, a la muerte, a accidentes, a que haya conflictos en la familia y al rechazo del grupo.

Abordaje Psicoterapéutico de los miedo evolutivos

El abordaje psicoterapéutico de los miedos evolutivos tiene por objetivo principal apoyar a los padres y al menor en el desarrollo de habilidades que permitan manejar estos miedos de forma adaptativa para reducir progresivamente su intensidad y frecuencia. Como hemos visto, los miedos evolutivos son normales y van a tender a desaparecer a medida que el niño/a avance en su proceso de desarrollo. Sin embargo, es importante manejarlos adecuadamente para que no avancen hacia un problema de ansiedad que pueda afectar negativamente al bienestar del/la menor.

Es importante explicar al menor que lo que está sintiendo es normal y no negativizar la experiencia de miedo. Es importante que recordemos que el miedo es una emoción básica necesaria para nuestra supervivencia y nuestro desarrollo emocional.

Que el niño/a aprenda a regular sus emociones, y sobre todo, aprender estas estrategias dentro de un vínculo de seguridad con sus figuras de referencia es un elemento clave a la hora de poder manejar estos miedos de forma adaptativa.

Se puede trabajar con la familia para aprender a identificar y cuestionar pensamientos negativos o catastrofistas que puedan asociarse con el miedo evolutivo. Se busca reemplazar estos pensamientos por otros más realistas y menos amenazantes.

La exposición gradual es una técnica eficaz para abordar los miedos evolutivos. Implica exponer al niño/a de manera progresiva y controlada a la situación o estímulo temido y el desarrollo de estrategias de afrontamiento. 

Los/as niño/as aprenden también observando a sus cuidadores y figuras de referencia. Asegúrate de modelar una actitud calmada y respetuosa frente a situaciones difíciles para que puedan aprender de tu ejemplo.

Estas son algunas recomendaciones generales, pero recuerda que es esencial que el abordaje terapéutico sea individualizado. En Aequa Psicología trabajamos con un enfoque integrador. Pensamos que cada niño/a es único y, por ello, nuestro enfoque terapéutico se adapta a las necesidades individuales, tanto del/la menor como de la familia. Si tu hijo/a está experimentando dificultades relacionadas con el manejo del miedo, no dudes en contactarnos y agendar una cita. Estamos aquí para brindar el apoyo y la orientación necesaria durante todo el proceso de tratamiento. Somos psicólogos sanitarios en Atocha – Madrid. 

¿Dónde nos puedes encontrar?

Calle Tarragona, Nº 2, Bajo B. 28045 Madrid