¿Cómo es el proceso terapéutico?
Vale, ya he pedido cita con mi psicólogo ¿Ahora qué?¿Qué puedo esperar de mi primera sesión? ¿En qué consiste la terapia? Comenzar un proceso terapéutico puede generar incertidumbre. A continuación te explicamos brevemente cómo se organiza un proceso de terapia integrador.
Las primeras sesiones se destinan a la EVALUACIÓN
Tu psicólogo/a dedicará las sesiones a recoger información acerca de ti y el motivo de consulta. En este paso, se te podrán realizar cuestionarios o test avalados científicamente que nos ayudan a comprender mejor la situación actual. Pero sobre todo, el/la terapeuta pondrá mucha atención en conocer tu contexto, tu historia de vida y tu situación actual. En definitiva, a conocerte y encontrar la mejor manera de ayudarte en tu proceso terapéutico. Es aquí donde comienza a construirse el vínculo terapéutico.
Devolución del MODELO TERAPÉUTICO
Tras esta evaluación, tu psicólogo/a te contará qué información ha recogido y qué ve acerca de tu problemática, qué sucesos o factores pueden explicar tu situación actual y las posibilidades de intervención. Esta fase se denomina devolución del modelo terapéutico, y es aquí cuando, además, se consensuan los objetivos concretos a trabajar y las técnicas que se van a utilizar.
INTERVENCIÓN
Ya tenemos claro qué queremos trabajar, a dónde queremos llegar y qué técnicas usaremos para conseguir alcanzar nuestros objetivos terapéuticos ¿Ahora qué? Ahora es cuando comienza la fase de intervención, en la que comenzaremos a aplicar todo lo aprendido. Esta fase es el grueso de la terapia, pero también la parte más motivadora, ya que podemos comenzar a observar cambios.
Evaluación contínua y SEGUIMIENTO
Progresivamente, es necesario realizar una evaluación continua de los cambios y objetivos alcanzados. A medida que esto se va consiguiendo, la periodicidad de las sesiones se va espaciando para garantizar que los cambios se mantengan en el tiempo. Como puedes observar, la duración del proceso va a depender mucho de cada persona, de la problemática, de la intervención realizada y de muchos factores más. Es importante tener en cuenta que para que un cambio sea duradero, debemos ir a la base.
Cómo creo que será
Cómo es en realidad
Acudir a terapia no siempre es fácil. Primero pueden asaltarnos dudas e incertidumbre, y millones de excusas para no pedir esa primera cita (“tampoco estoy tan mal…”). Después, podemos tener miedo a coger una linterna e iluminar lo que quizás hemos encerrado en una habitación sin luz. Pero lo cierto es que, aunque difícil, es un camino hacia el autoconocimiento y hacia el empoderamiento de tu propia vida.